Encuentros realizados en el marco del Programa Primera Infancia de FME
Padres y apoderados vuelven a ser niños a través de los cuenta cuentos
- Actividad “Vive la magia del cuento” busca nutrir de herramientas y habilidades de comunicación oral, acercando a las familias al mundo de la lectura compartida.
Alejandro, se ubica en el centro del CRA (Centro Recursos de Aprendizajes) de la Escuela República de los Estados Unidos. Una pequeña, acogedora y colorida sala. Ante la atención de los espectadores comienza su breve relato. “Érase una vez un león enorme que vivía en una oscura guarida. Cuando no cazaba, le encantaba acurrucarse allí y dormir a pierna suelta. De hecho, si no dormía lo bastante se ponía de muy mal humor. Un día, un ratoncito decidió tomar un atajo para ir a su casa atravesando la guarida. -¿Qué puede pasar? – pensó – Con estos ronquidos seguro que ni se entera. Pero mientras pasaba junto al león dormido, le pisó la pata sin querer. Con un poderoso rugido, el león se despertó y agarró al ratón de un zarpazo”.
Los asistentes miran con atención y sorpresa al joven actor que comienza a narrar el cuento utilizando diferentes voces y caracterizando a los personajes. En un par de segundos, la audiencia ya no solo escucha, también participa, actúa y se transforma en un personaje más. “Aprendí varias cosas nuevas y me decidí a retomar esta rutina cada noche con mi hijo”, comentó Natalie Orbe, apoderada de Transición Mayor B de la Escuela República de los Estados Unidos de Antofagasta.
Junto a Natalie, más de 2 mil padres y apoderados de los niveles transición menor y mayor, 1° y 2° año básico de 14 jardines infantiles y establecimientos educacionales de Antofagasta podrán ser parte de “Vive la Magia del cuento”, actividad realizada en el marco de la segunda versión del Programa Primera Infancia de Fundación Minera Escondida desarrollado en alianza con la Corporación Municipal de Desarrollo Social, JUNJI y Fundación Integra. El programa iniciado en el año 2018 privilegia un modelo de trabajo que articula tres pilares claves: integración familia, escuela y comunidad; fortalecimiento de capacidades locales y sustentabilidad.
“Nuestro propósito es promover el desarrollo del lenguaje y la comunicación oral y escrita en los niños y niñas, como estrategia para la obtención de conocimientos futuros, incentivando la creatividad, la imaginación y el pensamiento crítico. El goce por la lectura es algo que surge en los primeros años de vida, por eso es tan importante que los padres y las familias logren darse este espacio vital. La lectura de cuentos impacta directamente en el desarrollo cognitivo, afectivo y emocional de nuestros niños y niñas”, explicó Eugenia Camazón, gerente social de Fundación Minera Escondida.
Bajo una estrategia de modelamiento sencilla y breve lo que se busca es nutrir de herramientas y habilidades de comunicación oral a los integrantes de las familias. A través de dinámicas participativas y prácticas los padres y apoderados se convierten en colaboradores activos del proceso educativo, introduciendo a sus hijos en el fascinante mundo de la lectura.
“Me siento muy emocionada con esta actividad, porque me recordó cuando mi padre me leía cuentos a mí y a mis hermanos”, comentó María Astorga, apoderada del Nivel Medio Mayor B del Jardín Infantil Los Llamitos de Integra.
Simples pasos para considerar al leer un cuento
Para convertirse en cuenta cuentos no es necesario ser actor, ni experto solo debe existir entusiasmo y seguir algunos simples y sencillos pasos: generar una rutina de lectura, leer el cuento antes de contarlo, considerar la edad del niño y sus intereses al momento de elegir la historia, interpretar la lectura utilizando distintas expresiones corporales, mantener contacto visual durante el proceso de lectura, incentivar la participación del niño en la narración, crear voces para cada personaje, narrar sin vergüenza, repetir la lectura del cuento preferido del niño o niña, entregar el tiempo que sea necesario para el espacio narrativo, encontrar el momento adecuado y modificar el ritmo de lectura según el estado de ánimo del niño o niña.
Según Marina Ibáñez, directora del jardín infantil Los Llamitos, estas simples acciones contribuyen notablemente en la narración. “Ha sido una instancia enriquecedora, una forma de motivar a los padres, para que ellos puedan acercar a sus hijos al mundo de las letras, desde el cariño y los sentimientos. Con esta actividad estamos estimulando el lenguaje, jugando a leer y enseñando valores, esto aquí en el jardín se realiza, pero es muy bueno que la experiencia de aprendizaje se dé en el hogar y hoy lo explicaron de manera clara y dinámica para que las familias vean que no es difícil hacerlo”, manifestó.
Con el objetivo de enfatizar la importancia que tiene la familia y sus distintos integrantes, siendo colaboradores activos de la enseñanza y aprendizaje de los niños y niñas a través de la lectura, las jornadas de cuenta cuentos consideran también la entrega de material didáctico a las familias, correspondiente a un libro de cuentos previamente seleccionado según edad y temáticas, abordando desde clásico universales hasta relatos contemporáneos. “Este libro es más que una recopilación de cuentos infantiles, esperamos sea la puerta de entrada al aprendizaje significativo y compartido”, complementó la gerente social de la Fundación, Eugenia Camazón.
Más de 2 mil ejemplares serán distribuidos al término del ciclo, material educativo cuya inversión superó los 28 millones de pesos.
“Es muy positivo que nos entreguen libros y hagan este tipo de actividades para los apoderados. Ahora podré incentivar la lectura y ayudar a mi hija por medio de los cuentos a aprender de una forma didáctica y por medio del juego”, recalcó Pamela Yáñez, apoderada de Nivel Medio Mayor del Jardín Infantil Dumbo, dependiente de Junji.
Camila Araos, apoderada del mismo jardín agregó emocionada, “me encantó la actividad. Es algo que comenzaré a hacer junto a mi hija. Empezaré por practicar las voces de los personajes”, expresó.
“Y, desde aquel día, el gigantesco león y el diminuto ratón fueron grandes amigos”, concluyó el relato Alejandro. Agregando, “colorín, colorado, este cuento se ha terminado”.
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